Mucho se ha escrito acerca de la impresión en 3D, auténticos ríos de tinta, y al principio no muy bien sobre esta nueva forma de entender el mundo de la impresión, todo sea dicho de paso.
No nos cabe la mas mínima duda, de que el hecho de que existan personas cuyas aficiones por las armas de fuego u otros objetos nada recomendables, o muy peligrosos, junto con la intención de investigar o crear objetos con una impresora 3d es una combinación un tanto explosiva. Pero tan cierto es esto, como que la impresión 3D, esta creando auténticas maravillas que nos pueden ayudar a que en un futuro no muy lejano, quizá unos años, nuestra calidad de vida sea mucho mejor de lo que es ahora, os mostramos unos pocos ejemplos.
“Un corazón impreso en 3D ayuda a salvar la vida a un bebe de dos semanas”cierto, hace apenas un mes, nos despertábamos con esta maravillosa noticia de como un artículo creado a través de una impresora 3D podía salvárle la vida a un ser humano.
A finales del año pasado, se anunciaba por parte de Organovo (empresa dedicada al mundo de la bio-impresión) que en el año 2014 podrían imprimir capa a capa de tejido humano un hígado, se imaginan si se pudieran imprimir pulmones, corazones, riñones… etc etc. Sin duda quedan muchos cabos por atar y muchas incertidumbres por aclarar dentro del colectivo medico para poder asegurar que gracias a estos órganos impresos podríamos acabar con las listas de espera para transplantes, pero sin lugar a dudas es una vía a investigar, y mejorar.
“Neurocirujanos implantan un craneo impreso en 3D“ otro claro ejemplo de lo mucho que puede hacer este sector por mejorar la calidad de vida de las personas y darle salida a problemas que hasta ahora no tenían soluciones viables o eran muy muy costosas.
No solo se pueden crear articulaciones o prótesis para discapacitados mucho mas económicas que las actuales, también se pueden crear todo tipo de objetos, juguetes, vestidos a medida, carcasas para productos tecnológicos, comida con diseños novedosos y atractivos.. etc
Todo esto, hace que debamos de recibir al mundo de la impresión en 3D con los brazos abiertos, y muy expectantes por todo lo que nos puede aportar al ser humano, que estamos convencidos de que no será poco.
Otro apartado que queremos tocar, es el tema comercial o profesional de este mundo, sin lugar a dudas no nos podemos dejar llevar por el “le das al botón y a imprimir” desde luego, que con una impresora 3D doméstica (1.000 eur. coste), no se puede imprimir todos los artículos que hemos estado comentando con anterioridad, pero ni en el mejor de nuestros sueños, necesitaríamos máquinas profesionales con un coste muy pero que muy elevado para poder lograr los productos que hemos estado comentando.
Estas máquinas necesitan de unas calibraciones y por supuesto, de un mantenimiento periódico, además no están exentas de posibles averías, evidentemente son máquinas y como tales hay que tratarlas y asumir los posibles sobrecostes de averías o puestas apunto.